Todo el mecanismo de transmisión automática del scooter funciona con fricción, y, claro, esto supone que esté sujeto a desgaste y revisión.
Antes de pasar a qué mirar com parte del service de transmisión, repasemos el funcionamiento de este sistema.
La correa, zapatas y rodillos del variador deben ser revisados de forma constante y seguir los periodos marcados por el fabricante para su sustitución o engrase. Por regla general, la correa de transmisión de nuestro scooter tiene unos periodos de vida útil entre 12.000 y 15.000 kilómetros, en scooter más grandes es posible que estos periodos se puedan prolongar algo más. Consulta siempre el manual de mantenimiento de tu scooter, poque no cambiar la correa a su debido tiempo puede provocar la rotura en marcha, que supondrá que el scooter se quede completamente parado.
¿Cómo sabemos si la transmisión CVT está bien?
Uno de los síntomas que nuestra correa está gastada es que el scooter no llega a su velocidad máxima, esto es porque la correa se ha desgastado, es más fina y está modificando el desarrollo del scooter. Los problemas con las zapatas los detectaremos en la mayoría de los casos con el oído.
Suelen sufrir más si usamos el scooters sólo en ciudad o con dos personas, lo mismo que si somos unos “ansiosos” en los semáforos y somos de esos que están siempre tirando del gas o intentando mantener el scooter en el punto de arranque mientras esperamos a que se ponga verde el semáforo.
Si notamos cierto golpeteo en la rueda trasera o vibraciones en las arrancadas es posible que la campana del embrague esté deformada, por ejemplo porque haya alcanzado mucha temperatura. También puede ser porque alguna de las zapatas esté rota o muy desgastada… Incluso podemos notar que nuestro scooter se cala cuando vamos a detenernos.
Los rodillos del variador también están sujetos a desgaste… Esto lo notaremos no en la arrancada, si no cuando el sistema esté manteniendo la velocidad. Veremos que las transiciones en aceleración son irregulares o que tienen un comportamiento raro.
Revisando la transmisión CVT
Para acceder al sistema de transmisión automática de nuestro scooter tendremos que retirar la tapa de ésta. En muchos casos necesitaremos retirar la caja del filtro del aire, que suele estar encima de ésta. En otros, es posible que nos encontremos un rodamiento que sirve de apoyo a alguno de sus ejes. Cada fabricante tiene su sistema y si no estás demasiado seguro de lo que vas a hacer, te recomendamos que dejes este paso a un servicio técnico oficial.
Una vez desmontada la tapa veremos delante el eje del cigüeñal con su polea, delante, y el embrague, detrás. Entre estos dos ejes está la correa, donde podremos ver su estado.
Modificando los rodillos del embrague del scooter conseguiremos modificar el desarrollo de éste. Con unos rodillos más ligeros conseguiremos que el motor gire a mayores revoluciones, con mejores arrancadas o rendimiento en subidas; vamos como si acortásemos el desarrollo de una moto. Con unos rodillos más pesados, lograremos que alargar el desarrollo y algo más de velocidad punta, a costa de unas aceleraciones menor fulgurantes.
En el caso de los ciclomotores una arandela limita el desarrollo limitando la hipotética velocidad máxima que podría alcanzar este motor. Quitando esta arandela deslimitaríamos el ciclomotor para ser usado en circuito, porque obviamente llegaremos a alcanzar velocidades superiores a las marcadas por la homologación de este tipo de vehículos.
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