Ubicada en la mayoría de los motores de motos por sobre el punto muerto superior (PMS) nuestro único contacto con la cámara de combustión suele ser cuando quitamos la o las bujías, ya que el extremo del electrodo está justamente en la cámara de combustión. En este artículo nos ocuparemos de que aprendas un poco más sobre esta parte fundamental del motor de combustión interna de cuatro tiempos.
La potencia generada en el motor proviene de la reacción química que genera a nivel molecular la mezcla de combustible (o nafta) y el aire (que posee oxígeno). Esta mezcla genera la ruptura de la cadena de los componentes del combustible liberando un calor muy intenso que puede llegar a los trescientos grados centígrados. Esta violenta explosión (liberación repentina de calor) genera una fuerte presión y produce el desplazamiento del pistón. Tras la explosión, consumido el calor, los residuos (el gas quemado) es desechado por el caño de escape.
Este tipo de presiones y temperatura tan elevadas y repentinas ponen a prueba la cámara de combustión. Es por eso que la misma está diseñada con muchas precisión para poder soportar los embates de las temperaturas, las presiones (en la expansión y la compresión) y la posible presencia de cuerpos extraños.
El modelo XL 600
El famoso modelo de la marca japonesa Honda, que se hizo popular y generó una gran cantidad de ventas de unidades, introdujo las cámaras radiales que poseen cuatro válvulas. Ésta es una de las características que la convirtieron en la preferida de muchos por ser altamente fiable. Éste modelo se presentó como un vehículo “all porpuse” ya que era apto para calles y autopistas así como para caminos de tierra.
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