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El Gripaje: nuestro peor enemigo

El Gripaje: nuestro peor enemigo

Un motor que siga funcionando de este modo está destinado a tener una seria avería o un gripaje que lo “clave”.

El Gripaje: nuestro peor enemigo

por Matías Nadaf de la redacción de mecanicadelamoto.com

Ya sea por la falta de engrasado o por un aumento considerable de temperatura, el bloqueo (o gripaje) del pistón dentro del cilindro es uno de los peores y menos deseados inconvenientes con el que podemos encontrarnos en un motor.

Es cierto que a veces solo basta con dejar enfriar el motor. Una vez frío es factible que vuelva a funcionar. Pero la realidad es que una vez que se produzca el gripaje, es decir, que una parte del pistón quede fusionada a la pared del cilindro, los desperfectos quedarán y se corre el riesgo de volver a sufrir el mismo percance o uno peor.

El peor y el mejor de los casos

En un caso extremo podemos hablar de un bloqueo de motor, el mismo queda “clavado”. Y en el mejor de los casos hablamos de una pérdida significativa en la potencia ya que cómo mínimo el gripaje va a dejar rayas en el cilindro y en el pistón. Lo que eleva el consumo de aceite debido al incremento de la fricción.

Un motor que siga funcionando de este modo está destinado a tener una seria avería o un gripaje que lo “clave”.

Es por esto que por más leve que haya sido el agarre (o gripaje) es mandatorio, por más que al enfriar el motor haya vuelto a girar, desmontar y hacer una revisión detallada del cilindro, del pistón y de los aros.

¿A qué se debe el gripaje?

Como comentamos al inicio del artículo, suele darse principalmente por un aumento repentino en la temperatura del motor o por falta de lubricación (ya sea falta de engrasado o aceite) o un problema en el sistema de lubricación en sí mismo. Pero también puede deberse a una mezcla muy pobre o muy rica (es decir, un combustible que no sea el indicado o que esté defectuoso o alterado), también puede deberse a un mal uso de la moto que pueda generar una sobrecarga en el motor. En cuanto al cilindro en sí, puede deberse a un pulido demasiado excesivo (el cilindro requiere un bruñido para funcionar correctamente), a una mala rectificación, o a un ajuste incorrecto. Un ajuste incorrecto de los aros o la utilización de una bujía de grado incorrecto también pueden causarlo.

Recuerden: Ante el más mínimo indicio de gripaje, se debe desmontar y examinar el cilindro, el pistón y los aros.

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