La habilitación del autodespacho de combustible en Argentina se presenta como una medida moderna, alineada con tendencias internacionales. Sin embargo, al analizar ventajas y desventajas, surgen dudas razonables: ¿realmente los beneficios superan los riesgos? A los interrogantes sobre seguridad, falta de control y cumplimiento de normativas, se suma un posible impacto social: la pérdida de fuentes laborales.

“Tanque rayado, paciencia agotada”: muchos motociclistas se quejan de que el pico del surtidor, mal manipulado, termina dejando marcas en la pintura del tanque.
Por otro lado, cargar combustible no es una tarea menor para los motociclistas. No solo se requiere precaución, sino también cierta pericia. A diferencia de los autos, muchas motos no tienen un sistema que permita llenar el tanque con el corte automático del surtidor. El usuario debe conocer la “sensibilidad del gatillo” para evitar derrames: si se fuerza el llenado, es probable que el combustible rebalse, bañe el tanque… y termine cayendo justo sobre un motor caliente.
A continuación, un análisis completo sobre el escenario que se abre con esta nueva modalidad, sus fundamentos, riesgos y preguntas sin respuesta.
Cargá nafta vos mismo: Argentina habilita el autoservicio en estaciones
Con una resolución publicada en el Boletín Oficial (147/2025), el Gobierno Nacional dio luz verde al autodespacho de combustibles líquidos en todo el territorio argentino. Esto significa que, a partir de ahora, las estaciones de servicio podrán ofrecer surtidores de autoservicio, y cada conductor podrá cargar su propio tanque... sí, incluyendo los motociclistas.
¿Qué dice la resolución?
La Secretaría de Energía aprobó el procedimiento y las condiciones técnicas necesarias para que los expendedores implementen esta modalidad. No será obligatorio: cada estación decide si suma el sistema o no. Pero todo indica que la tendencia va para ese lado.
Entre los anexos aprobados, se incluyen:
Procedimiento para pedir la habilitación del autoservicio.
Condiciones de seguridad que deben cumplir las instalaciones.
Certificados de auditoría para validar la implementación.
¿Por qué ahora?
La medida se enmarca en una serie de reformas según lo dispuesto por la Ley de Bases y los Decretos 70/2023 y 46/2025. La idea es permitir que el sector privado innove y modernice sus servicios, como ya ocurre en países vecinos como Chile, Perú o Uruguay.
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Actualmente es obligatorio descender del vehículo
para abastecer de combustible a la moto.
️ Lo que no te cuentan: riesgos y zonas grises del autoservicio
Aunque suene moderno y cómodo, el autodespacho de combustible no está exento de problemas, y hay algunas cuestiones que vale la pena tener en cuenta:
Mayor riesgo de accidentes
Manipular nafta es una actividad peligrosa. En motos, donde el tanque suele estar más expuesto, cualquier error (una chispa, una caída, un mal cierre del tapón) puede terminar mal. El personal capacitado no solo carga: también previene situaciones de riesgo. Como por ejemplo, el uso de bidones adecuados para transportar combustible fuera de un vehículo, práctica que muchos talleristas realizamos a menudo.
Falta de capacitación
No todos los usuarios saben cómo operar un surtidor correctamente. ¿Qué pasa si alguien se olvida de apagar el motor? ¿O si derrama combustible sin saber cómo actuar? La seguridad podría quedar en manos de la buena voluntad y no de la experiencia.
Actualmente ¿Están los playeros capacitados?
En Argentina, los operarios de estaciones de servicio reciben capacitación obligatoria en seguridad, higiene y manejo de combustibles. Existen cursos específicos para Operadores y Supervisores de Playa, que abarcan desde el despacho seguro hasta la prevención de riesgos ambientales y la atención al cliente. Además, el Ministerio de Trabajo reconoce esta formación mediante un adicional salarial del 5% para quienes completen los cursos certificados. Esta formación permite a los playeros identificar situaciones de riesgo, como derrames, presencia de chispas o conductas peligrosas de los usuarios. Con el autodespacho, estas tareas recaerán en conductores que, en muchos casos, carecen de esta preparación.
¿Qué pasa si se derrama nafta sobre un motor caliente?
La nafta es altamente inflamable, con una temperatura de inflamación de aproximadamente -39 °C. Esto significa que puede emitir vapores combustibles incluso a temperaturas muy bajas. Si estos vapores entran en contacto con una fuente de ignición, como un motor caliente o un caño de escape, pueden encenderse. En motocicletas, los motores y caños de escape pueden alcanzar temperaturas de entre 200 °C y 300 °C durante su funcionamiento. Derramar nafta sobre estas superficies puede provocar incendios instantáneos.
Los playeros están entrenados para evitar estas situaciones, asegurándose de que el motor esté apagado y que no haya fuentes de ignición cercanas durante la carga de combustible. Sin esta supervisión, los motociclistas podrían estar expuestos a riesgos significativos.
️ “Sin casco no hay nafta”: una norma vigente con desafíos en su aplicación
En diversas provincias argentinas, como Buenos Aires, Chaco y La Rioja, existen leyes que prohíben a las estaciones de servicio suministrar combustible a motociclistas que no utilicen casco reglamentario. Estas leyes buscan fomentar el uso del casco como medida de seguridad vial.

Su cumplimiento ha generado tensiones en algunas estaciones de servicio con reacciones violentas por parte de los motociclistas .
Con la implementación del autodespacho de combustible, surge la pregunta de cómo se hará cumplir esta normativa. Sin la presencia de un operario que supervise la carga, la responsabilidad de cumplir con esta ley recae completamente en el usuario. Esto plantea desafíos en términos de control y cumplimiento efectivo de la normativa.
Desaparición de empleos
Detrás de cada estación hay trabajadores. Si el autoservicio se masifica, los playeros podrían ir desapareciendo, lo cual no solo afecta el empleo, sino también la asistencia al usuario, especialmente a personas mayores o con movilidad reducida.
️ Mantenimiento y vandalismo
¿Quién controla que el surtidor esté en condiciones? ¿Qué pasa si alguien lo daña o lo manipula mal? Las estaciones deberán reforzar la supervisión, lo cual podría elevar costos y aumentar los problemas si no se controla bien.